7. Un M.I.R. en... ¿educación?

¡Hola a todos!

En esta ocasión vengo a hablaros sobre el Libro Blanco de la Educación. Seguro que muchos de vosotros ya sabéis lo que es un Libro Blanco, pero para el que no lo sepa (como me pasó a mí) es un documento técnico de carácter público que el Gobierno publica en relación a un tema concreto para informar a los órganos legislativos o a la opinión pública. Tienen como objetivo ayudar a que los ciudadanos conozcan y comprendan ciertos temas, para poder enfrentarse a ellos o tomar decisiones al respecto. 

Muchos se utilizan en el mundo profesional, como el Libro Blanco de Historia del Arte y otros son de interés común como el Libro Blanco de la educación ambiental en España.

El Libro Blanco sobre la Profesión Docente, fue encargado en 2015 por el Ministerio de Educación a José Antonio Marina, filósofo y pedagogo. Son muchas las propuestas que me han resultado interesantes, sin embargo, me gustaría centrarme en una en concreto, el DEP.

Quizá no estuvo muy acertada la elección de las siglas y puede llevar a equivoco, pero significa "docentes en prácticas". 


Como podéis ver aquí, el objetivo era que después de cursar la carrera quienes quisiesen optar por la docencia debían pasar por una prueba de selección (incluidos los alumnos que habían cursado magisterio de infantil o primaria). Posteriormente se accedería al máster, que sería similar al de hoy en día, pero constaría de un año entero de teoría exclusivamente, y sería impartido en un centro específico, el centro de formación de profesorado. Tras esto se accedería a unas prácticas que, en vez de dos meses como se hace actualmente, tendrían una duración de dos años. Estas prácticas estarían tutorizadas por un profesor del centro donde se lleven a cabo y además estarían remuneradas. Tras este periodo práctico se realizarían las oposiciones que comúnmente conocemos. 

Hay quien encontró esta medida escandalosa, ya que decían que llevaría demasiado tiempo y que no todo el mundo podría acceder a ello. Pero creo que ahí está el quid de la cuestión. Para mí esta propuesta es una criba para todos aquellos futuros docentes que odian la docencia y que solo buscan un sueldo fijo y tener vacaciones. 

Creo que es una medida algo arriesgada, pero que podría ser bastante efectiva si se decidiese aplicar en algún momento, porque con ese largo período de prácticas se cogería muchísima más soltura para impartir las clases y tendrías la oportunidad de ensayar mucho más y conocer como funciona realmente un centro de enseñanza, con la "tranquilidad" de que te están enseñando y no tienes la responsabilidad completa. Quizá dos años sea una medida muy precipitada, pero creo que estaría bien tener algo más de dos meses de prácticas como ocurre actualmente, y si están remuneradas pues mejor aún.

Eso sí, no veo justo que los graduados en magisterio tuviesen que pasar por el año teórico, ya que en sus cuatro años de carrera ven todo lo necesario en relación a la docencia.

¿Y a vosotros qué os parece esta propuesta? ¡¡Os leo en comentarios!!



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