2. La importancia de las metodologías activas en la educación.

¡Hola de nuevo! Hoy vengo a hablaros del aprendizaje activo y de la importancia que está cobrando en el ámbito educativo desde la perspectiva de mi especialidad, es decir, del uso de las metodologías activas en Historia, Historia del Arte y Geografía.

En primer lugar, me gustaría hablaros un poco de mi experiencia como alumna de Historia en el instituto y mostraros dos “técnicas” distintas que empleaban dos profesoras que me dieron esta asignatura. En tercero y cuarto de la ESO y primero de Bachillerato, mis clases de historia fueron muy diferentes a las de segundo de Bachillerato, y no precisamente por el temario impartido, sino por la metodología y por la docente.

La primera profesora tenía una forma de dar las clases que no se si se podría calificar como enseñanza, ya que básicamente consistían en que cada alumno leía un apartado del libro de texto (mientras el resto de la clase estaba a otras cosas) y cuando terminaba de leerlo, la profesora nos mandaba subrayar lo que ella decía, que era literalmente lo mismo que había leído el compañero solo que quitando alguna frase y algún artículo o algún adverbio. En eso consistían todas las clases que tuvimos durante tres años, por lo que cuando llegamos a segundo de Bachillerato y nos enteramos de que ese año no tendríamos libros de texto no entendíamos nada y tuvimos bastante miedo, ya que además era un año muy importante por la preparación de la selectividad. Sin embargo, es lo mejor que nos pudo pasar. 

Esta profesora no nos había dado clase nunca, por lo que no sabíamos muy bien qué esperar dada la dinámica tan diferente que íbamos a seguir durante el curso. Al no tener libros de texto, teníamos que prestar toda la atención posible a lo que nos explicaba la profesora, quien iba escribiendo en la pizarra, haciendo esquemas y líneas temporales mientras nosotros tomábamos notas. Esto nos obligaba a mantener una actitud activa y participativa, ya que si no entendíamos cualquier cosa siempre preguntábamos o bien a la profesora o bien hablábamos con los compañeros si nos habíamos perdido en algún momento de la explicación o queríamos comprobar un dato concreto, lo cual promovía la socialización. A todo esto se suma la búsqueda de información por nuestra cuenta, ya fuera para ampliar información o para completar o cotejar la que ya teníamos. Esta manera de enseñar fue muy beneficiosa para nosotros, ya que no éramos meros espectadores como otros años, sino que teníamos un papel activo en el aula, con lo cual aprendimos mucho más rápido y tuvimos que memorizar mucho menos.

La reducción o eliminación del uso de libros de texto es una de las técnicas que se plantean dentro de las metodologías activas, promoviendo así la necesidad de los alumnos de buscar información en otras fuentes y a través de distintos canales sensoriales (como la visualización de documentales).

Las metodologías activas son, en esencia, aquellas en las cuales el estudiante toma un papel activo dentro del aula, alejándose del papel de receptor que acostumbraba a tener. El aprendizaje se centra en el alumno y en que este sea el protagonista en el proceso educativo implicándose de manera activa y directa. Se busca crear un ambiente cercano con el objetivo de que el alumno adquiera no solo los conocimientos necesarios para superar la asignatura, sino también el desarrollo de una conciencia social y crítica que le ayude a entender el presente en el que vivimos y a conocer nuestro pasado. Esto se conseguiría a través de la interactividad de los alumnos con el profesor y entre sí, pero también difundiendo lo aprendido fuera del aula. En cuanto a las herramientas que se podrían utilizar para llevar a cabo las metodologías activas se encuentra la reducción del uso de libros de textos, como ya he mencionado anteriormente, pero también los trabajos en equipos, la gamificación, las estaciones de aprendizaje, los debates y el visionado de películas y documentales, entre otras muchas cosas.

Como es notorio, esta forma de enseñanza requiere una mayor implicación del profesor y un incremento de su trabajo, ya que hay que planear muy bien como plantear estas metodologías y cómo estas serán evaluadas, aparte de encontrar las herramientas acertadas en cada asignatura y en cada clase; pero creo que merece mucho la pena ese esfuerzo por el beneficio de los alumnos.





Comentarios

  1. Que pasada!! Me parece súper buena metodología la verdad y bueno sí, requiere mayor implicación, pero es que en parte en eso consiste esto de ser profesor no? En implicarse.

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  2. Las metodologías activas es una de las mejores alternativas a la tan conocida enseñanza tradicional, que como bien dices conlleva mayor implicación, pero seguramente, mejores resultados.

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