¡Hola de nuevo!
Hemos hablado en clase sobre el Estado de la educación y hemos visto los mejores modelos educativos del mundo. El que más me ha sorprendido ha sido el de Finlandia, ya que no tienen exámenes, por lo que disminuye la competencia insana y el estrés al que están sometidos, por ejemplo, los alumnos de Corea del Sur, cuyo modelo educativo es altamente exigente y estricto.
Posteriormente nos hemos dividido en grupos para comentar los diferentes aspectos con los que se podría mejorar la educación en España. En mi caso, me ha tocado tratar la inversión pública en educación.
Tras realizar las presentaciones pertinentes, ya que muchos integrantes del grupo no nos conocíamos, hemos decidido realizar una lectura rápida y después debatir. El primer punto que comentamos fue que el presupuesto público en defensa en España es muy superior al presupuesto en educación. En 2017, el Estado destinó 2.525 millones de euros a la educación, frente a los 5.566 millones en defensa. Actualmente, en 2023, las cifras se han igualado, pero la inversión en el Ejército sigue siendo superior (6.408 millones en educación y 7.923 en defensa).
A pesar de no estar de acuerdo ninguno de nosotros con el bajo porcentaje dedicado a la educación, coincidimos en que no era recomendable quitar dinero de defensa para aumentar el presupuesto educativo, ya que esto puede ser una estrategia para demostrar el poder militar frente a amenazas externas.
Otro punto en el que coincidimos es que la mayoría de nosotros hemos tenido que recurrir a fuentes externas de información para completar nuestra formación, ya que en los grados universitarios no se imparten contenidos muy significativos o que puedan servir a largo plazo. Muchos de mis compañeros estudiaron algún tipo de ingeniería y comentaron que daban mucha teoría y poca práctica, por lo que al salir de la carrera sentían que no sabían hacer casi nada y remarcaban que quizá habría que aprender de las FP, donde se aprende mucho a nivel práctico.
Por último, y a raíz de lo ya comentado, reflexionamos sobre el papel de algunos docentes universitarios, quienes llevan años en su puesto de trabajo y no actualizan sus metodologías como deberían, muchas veces por costumbre o comodidad.
En definitiva, es necesario invertir más en educación, y como hemos visto, poco a poco se va consiguiendo, ya que desde 2017 se ha aumentado el presupuesto en casi 4.000 millones de euros.
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